Se me ha ocurrido, al leer un antiguo artículo en un periódico, que deberíamos hacer en este foro, y entre todos los que vayáis entrando, una especie de diccionario de localismos o modismos, que fuésemos construyendo juntos.
Hay muchas palabras que usamos los de Vigo y no entienden los de La Coruña, así como expresiones locales que puede utilizar una persona de Allariz, que uno de La Guardia no entendería a la primera, salvo que el contexto en el que se usase fuera muy claro, y aún a pesar de esto le sorprendería por qué se llama así ese tipo de pescado o ese calzado que usa, si en donde ha vivido siempre, y en los pueblos o ciudades de su entorno más cercano, toda la vida se ha dicho de otra manera.
Y todos vivimos en Galicia. Pero es que nuestros respectivos idiomas, el gallego y el castellano, son tan ricos que por mucho que supiéramos siempre habría una palabra nueva que nos sorprendería porque no la hemos utilizado nunca, mientras que los habitantes de otra localidad, a lo mejor a menos de 100 km de distancia, llevan toda su larga vida empleándola. Y además nunca se han planteado que eso a lo que llaman de tal forma, se pudiese decir de otra.
Lo primero que introduzco al respecto de esta idea, es el artículo mencionado, escrito el año pasado en La Voz de Galicia.
GALICIA ES TRILINGÜE. DEL TRUEIRO AL GANAPÁN.
Si eres vigués, veraneas en A Coruña y te urgen unas fanequeras, estás perdido. Se te pondrán los pies igual que unas sandías como no aprendas rápido que en Riazor a las chanclas se las llama cangrejeras, como al ganapán se le dice trueiro y a las fanecas, escarapotes. Cualquier otra referencia les sonará a chino. Para evitar sentirse como en Pekín a solo 170 kilómetros de casa, debes saber que al niño coruñés le pican los escarapotes y al vigués las fanecas; el coruñés se cae a rolos y el vigués a rebolos; el coruñés va a la playa en el trole y el vigués en vitrasa; el coruñés va a una parrillada y el vigués a una churrasquería; el coruñés se come una bolsa de patatas fritas y el vigués de patatillas; el coruñés recoge minchas en las rocas y el vigués caramuxos; al coruñés no le gusta que le hagan aguadillas y al de Vigo caladas; el niño coruñés si suspende va a pasantía y el de Vigo, a clases particulares; y el coruñés camina por la orilla sorteando chapapote y el vigués esquiva pichi.
Vayamos ahora tierra adentro, que tampoco son mancos soltando extrañas palabras por la boca. Si un lucense lo invita a dar un paseo por el adarve no es que lo quiera llevar al huerto, es que lo anima a caminar sobre la muralla. Y si usted es un hombre de buen ver y pasea sus encantos por Petín, no le moleste que le llamen arrichado, pues no hay mejor piropo que ese en la comarca de Valdeorras, donde al cerdo no se lo conoce con otro nombre que el de cocho.
Sin tener que irse más allá del Bierzo para cambiar de registro, las niñas de Ortigueira juegan a la mariola y las de A Pobra a la estrícula. Esto es así porque Galicia es trilingüe. Aquí se habla el gallego, el castellano y el aborigen. Cada comarca tiene su propia manera de referirse a las cosas. Y es en verano cuando más se nota, cuando viajamos y en Viveiro le llaman pícaro a nuestro hijo; en Verín le rifan en lugar de reñirle y en Ferrol es mejor atar corto al cativo que se puede escapar a todo filispín.
Tradición oral
Y si no entienden, no tiren el dinero comprando un diccionario, que estas palabras no aparecen. Se transmiten de forma oral, pasando de padres a hijos. Una lengua no oficial. O sí. Porque, oficialmente, si vas a Valdeorras y eres un pesado del que la gente escapa serás un prosmeiro y, si vas a Lugo y estás en las nubes, dirán que estás nos pértagos.
Este potaje de vocablos no se lo sacó de la manga la juventud de ahora. Es más viejo que la pintura rupestre. Salvo excepciones -los jóvenes ribeirenses crearon un lenguaje propio a partir de su Festa da Dorna-, hace ya muchísimos años que cada ciudad, pueblo o bisbarra gira con alborozo el manubrio de la máquina de fabricar palabras, engrasadita como una máquina de hacer chorizos. Por cierto, que si el chorizo sale malo, en la Mariña lucense se referirán a él como chanfaino.
Hay que ver cómo hablan los gallegos. ¿De dónde salen estos términos? ¿Se los inventa uno y el resto lo siguen? Hay de todo. Por ejemplo, el filispín ferrolano procede del mundo marinero, del full speed que aparece junto al timón en los buques.
Todo un río de voces que, como apunta el profesor Ponte Far, ya Torrente Ballester dijo de manera expresa que él no escribía en castellano, que lo hacía en ferrolano, idioma que decía conocer «mejor que ningún otro». Mario Couceiro, en Jergas, argots y dichos del habla ferrolana, explica otros términos de Ferrolterra, como micar, que es como se refieren a faltar a una cita o a no ir a clase: «Seguro que ten relación cunha forma antiga castelá, dar el mico, que significaba faltar a unha cita». Eso mismo en A Coruña es latar y en Vigo hacer pellas. Y no los saquen de ahí.
P. Portabales / A. Mahía 24/7/2011
La Voz de Galicia. Artículo original
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Pues me parece muy interesante esta sección, así que voy a aportar mi granito de arena:
Es muy vigués decirle a un niño o niña «dame la manito» en vez de la manita…. es curioso, pero solo lo he oído aquí.
En A Coruña un «jicho» es un «tirao» o alguien perteneciente a la etnia gitana, en Vigo es otra forma de referise a una persona como lo sería «tío» o «pavo».
En Vigo pescamos Rinchas (caballas) y en A Coruña Xardas…. (el tema de los nombres de los pescados da para una entrada aparte).
Seguiremos aportando palabros….
Jicho sí que es puramente vigués en el contexto de » tío «. En Ferrol, por ejemplo, es un nacho. Otra de pescados serían las parrochas en Coruña, que aquí son los xurelos o jureles.
Debo decir que las parrochas coruñesas para nosotros son xoubas y que los xurelos en Vigo y bisbarra son chinchos.
Y podríamos seguir largo rato pero me planto para darte la enhorabuena por la página y por tu trabajo que me parece muy interesante.
Muchas gracias José
En Vigo comemos «manises» que no cacahuetes, pedimos un «faro» que no un periódico y aparte de «jicho» y «tío» tambien decimos «pavo/a» que por cierto , «pava » es además, el resto de un cigarrillo, casi la colilla , para un fumador vigues.
Buena página y buena sección.Felicidades
Muchas gracias, Luis. Hay que hacer un diccionario autóctono, jeje.
Moitas grazas por tan atraínte páxina. Agradecería que fora editada no idioma propio de Galicia. Pensemos que , entre outros méritos, ésta é a capital editorial do noso País.
Me alegro mucho de que te guste.
Con respecto al idioma, yo soy vigués, es decir gallego, y llevo toda la vida escribiendo y hablando en castellano, también idioma oficial de Galicia como todos bien sabemos y además el que utiliza una amplísima mayoría de la gente que vive en esta gran ciudad.
Por tanto, terás que entender que me sinta moito mais cómodo escribindo no idioma no que penso, que xa bastante difícil é ter que concentrarse na maneira de expresar os contidos para facer unha web como ésta,
Un saludo y gracias de nuevo por seguir la página.
Non quero establecer un «bucle» dialéctico, pero sí puntualizar a respeito do «idioma oficial», pois máis ben é cooficial. Eu escribín «propio», e neso non hai dúbida. Está claro que o castelán non representa ao País – comunidade o como se lle queira chamar – no que está inserido esta Cidade, a mesma na que se editou «Cantares gallegos» de Rosalía, e tantas outras obras da nosa literatura.
Como bien dices, y sin querer entrar tampoco en dicho bucle, tenemos dos idiomas oficiales, por tanto coexisten. El gallego es el propio de nuestra región, sin duda, pero esto no excluye que el castellano la represente también, pues de hecho se habla tanto aquí como en el resto de España.
La publicación de Cantares Gallegos en 1863 fue una fecha histórica para Vigo. Desde entonces efectivamente se han publicado miles de libros en está ciudad, tanto en gallego como en castellano, lo cual debe ser un motivo de orgullo para todos.
Cojonudo pero os falta la seccion de MUSICA en vigo
¿Alguén sabe qué quere decir a expresiòn «zúmballe o peito»? Graciñas.