Joaquín Yáñez Rodríguez nació en Vigo el 20 de Agosto 1814. Estudió Derecho en Santiago de Compostela y se doctoró en 1839, pasando a ejercer en su ciudad natal.
Ejerció la abogacía y a la vez se dedicó a los negocios. Fue propietario de una fábrica de pastas en Alcabre, llamada » Las Victorias « y pasado el tiempo se convirtió en uno de los hombres más poderosos e influyentes en el Vigo de mediados de finales del XIX.
Luchó por el engrandecimiento de la ciudad y llegó a ser elegido alcalde en tres ocasiones, entre 1841 y 1842, de 1854 a 1857 y de 1890 a 1892.
Participó, junto a José Carvajal Pereira y José María Posada Pereira, ambos hombres de leyes como él, en la creación en 1853 del diario Faro de Vigo. El futuro director sería Ángel de Lema y Marina, que entonces poseía una imprenta.
El faro de Vigo fue en los primeros años defensor de los gobiernos isabelinos, frente al carlismo y Joaquín Yáñez, ,siendo alcalde en 1848, tuvo que exiliarse en Inglaterra por sus ideas liberales. Vuelto a casa, Yáñez defenderá al periódico, «en aquellos tiempos en que es perseguido y llevado a los Tribunales»
Desarrolló cierta actividad periodística también y asimismo redactó un Análisis Histórico de la Reconquista de Vigo y publicó un folleto reivindicando el ferrocarril Vigo-Madrid.
Bajo su mandato como alcalde se terminó el muelle de hierro, su máximo logro político. Fue el primer protector de José Elduayen cuando éste empezó a dedicarse a la política.
Falleció el 5 de septiembre de 1892 y su funeral fue seguido por cientos de personas y así lo describía el Faro en primera página en el momento en que ocurrió: » La banda militar del Regimiento de Murcia y toda la guardia municipal, formada en dos secciones con su jefe Sr. Serret a la cabeza, cerraban el fúnebre cortejo. Las dos músicas que asistieron al entierro, marchaban silenciosas. Al paso de la comitiva mortuoria por la Gasa Consistorial, fue arriada la bandera que, enlutada, ondeaba en el edificio. Las colgaduras de los balcones del Ayuntamiento estaban cubiertas por gasas negras y todos los comerciantes de la Plaza de la Constitución imitaron la conducta del Sr. Arbones que cerró su establecimiento al paso del cortejo fúnebre «.
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Eduardo Galovart. Febrero 2014.